De las diferentes formas de disfunción sexual en la mujer, el problema más frecuente es el "deseo sexual hipoactivo". En la fisiología sexual de la mujer es difícil saber con exactitud qué afecta al deseo sexual, y no parece ser efecto de una sola cosa. En el hombre, en cambio, sabemos que la testosterona juega un papel crucial y en un gran número de pacientes.
El estrés es otro causante central y afecta de manera clara al deseo sexual tanto en hombres como en mujeres. El estrés que afecta a la libido tiene su origen en la depresión, ansiedad, sensación de culpabilidad o en las preocupaciones de una persona sobre su propia imagen, tanto intelectual como corporal. El estrés grave o prolongado reduce la producción de testosterona.
Parece que diversos estudios señalan que 15 o 20 minutos de ejercicio moderado pueden aumentar considerablemente la producción de testosterona en el organismo, mientras que uno prolongado como un maratón puede reducirlo. Por lo tanto, un buen remedio natural para combatir el problema del deseo sexual es hacer ejercicio físico con regularidad.